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Opciones de tratamiento

En la actualidad, los médicos cuentan con más opciones para ayudar a sus pacientes a controlar el lupus de manera efectiva porque, en las últimas décadas, han mejorado la variedad y efectividad de los tratamientos.

Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos que disminuyen la inflamación y suelen usarse para tratar a personas con dolor en las articulaciones o el pecho, fiebre o inflamación. Algunos AINE, como el ibuprofeno y naproxeno, son de venta libre, mientras que otros requieren la receta de un médico. Se pueden usar solos o en combinación con otros tipos de medicamentos según las instrucciones del médico.

Si bien los medicamentos antimaláricos previenen y tratan la malaria, también sirven para el lupus. Un antimalárico frecuente para el lupus, la hidroxicloroquina, puede usarse solo o en combinación con otros medicamentos para tratar la fatiga, el dolor articular, las erupciones de la piel y la inflamación pulmonar. Varios estudios clínicos han descubierto que el uso regular de antimaláricos puede evitar la reaparición de brotes.

Los corticosteroides son una familia de medicamentos relacionados con el cortisol, una hormona natural con efectos antiinflamatorios. Los corticosteroides son medicamentos potentes que reducen rápido la inflamación, pero, como tienen efectos secundarios, los médicos intentan usar la dosis más baja para lograr el beneficio deseado o los usan en combinación con medicamentos menos potentes.

Si el lupus afecta los riñones o el sistema nervioso central, puede necesitar una terapia con inmunosupresores, que inhiben el sistema inmunitario hiperactivo bloqueando la producción de células inmunitarias. El riesgo de efectos secundarios aumenta con la duración del tratamiento.

En 2011, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) aprobó el belimumab (Benlysta®), un inhibidor de la proteína estimuladora de los linfocitos B (BLyS), para los pacientes con lupus que reciben otras terapias estándar. El belimumab se administra por infusión intravenosa (IV) y puede reducir la cantidad de células B anormales, lo que se considera un problema en los pacientes con lupus.

En julio de 2017, la FDA aprobó el belimumab como fórmula autoinyectable (subcutánea) para personas con lupus eritematoso sistémico (LES) que están en tratamiento con la terapia estándar. La nueva fórmula les permite a los pacientes autoadministrarse el fármaco en una inyección semanal.

En abril de 2019, la FDA aprobó Benlysta (belimumab) intravenoso para tratar a niños mayores de 5 años y que tienen lupus. Haga clic aquí para obtener más información.

En diciembre de 2020, la FDA aprobó el belimumab como el primer tratamiento de la historia indicado específicamente para la nefritis lúpica (NL) en adultos. Una de las complicaciones más frecuentes y graves del lupus eritematoso sistémico, la nefritis lúpica, es la inflamación de los riñones. Muy a menudo, este daño requiere diálisis periódica o un trasplante de órganos para suplir el trabajo de los riñones en la filtración de los desechos del cuerpo. Haga clic aquí para obtener más información.

El 22 de enero de 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) aprobó la voclosporina (LUPKYNIS). La voclosporina es el primer y único medicamento oral aprobado por la FDA que está indicado específicamente para el tratamiento de la nefritis lúpica. Se ha demostrado en ensayos clínicos que ayuda a controlar la nefritis lúpica y a proteger los riñones de mayores daños sin necesidad de dosis elevadas de esteroides.

En agosto de 2021, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los EE. UU. (FDA) aprobó anifrolumab-fnia (Saphnelo™), un antagonista del receptor de interferón de tipo I, el primero de su clase, indicado para adultos con lupus eritematoso sistémico (LES) de moderado a grave. La aprobación representa el primer tratamiento nuevo para el LES generalizado en más de una década y es el resultado de una importante investigación seminal financiada originalmente por Lupus Research Alliance.

Además de los tratamientos para el lupus en sí, los pacientes también pueden tomar otros medicamentos para tratar los problemas relacionados con el lupus, como el colesterol alto, la presión arterial alta o las infecciones.

Los pacientes pueden ayudar a los investigadores a encontrar respuestas